Para ello han
confeccionado un protocolo y están realizando un trabajo prospectivo aún
no publicado.(comunicación personal)
El procedimiento se realiza con estreptokinasa porque es la que hay
disponible en Uruguay, a diferencia de otros países que usan urokinasa
por considerarla más segura ya que los efectos adversos que puede
producir son aún menores.
Tanto la estreptokinasa como la urokinasa son agentes trombolíticos
existiendo otros como tPA. La estreptokinasa es una enzima purificada que
se deriva del estreptococo beta hemolítico del grupo C, la cual convierte
el plasminógeno en una enzima proteolítica: la plasmina la cual a su vez
degrada los coágulos de fibrina y fibrinógeno.(3)
Los fibrinolíticos se usan habitualmente en: el infarto agudo de
miocardio, tromboembolismo de pulmón y en algunos casos de trombosis
venosa profunda de miembros.
Todos ellos pueden producir efectos adversos siendo el común a los tres
agentes nombrados, los efectos sobre la crasis sanguínea pudiendo
provocar sangrados.
La estreptokinasa, debido a su naturaleza antigénica y a su reactividad
cruzada con infecciones estreptocócicas, puede provocar reacciones
alérgicas, hipotensión y shock.
Con el uso de estreptokinasa intrapleural no se han presentado efectos
adversos hasta el momento.
Existen estudios que confirman que la instilación de fibrinolíticos en
la cavidad pleural a la dosis recomendada, no provocan cambios sistémicos
significativos en la coagulación.(5)
Este paciente es un claro ejemplo de ello ya que la crasis se mantuvo
normal en toda la evolución.
Con respecto a la dosis, 250.000 U/día diluida en solución salina es la
dosis más frecuentemente utilizada. La dilución se realiza en volúmenes
variables, desde 10 a 100 ml o más; cuando hay TAC se calcula por la
misma, asimilando la cavidad a tratar con un prisma de base redonda y
calculando su volumen.
Se demostró que con dosis mayores de estreptokinasa no se obtenían
mejores resultados y con dosis menores no era tan adecuada la respuesta ni
la mejoría local.(1,3)
A diferencia de la unanimidad de criterios con respecto a la dosis, el
tiempo de pinzamiento del tubo es variable entre 2 y 12 horas.
En este caso fue de 2 horas que es el tiempo que indica el equipo
quirúrgico tratante.
De todos modos, no existen diferencias significativas en los resultados
con respecto al tiempo de pinzado.
Para valorar la buena respuesta hay que tener en cuenta: la clínica dada
por descenso de la fiebre, mejoría de la función ventilatoria y del
estado general del paciente; y la paraclínica dada por descenso de la
leucocitosis, mejoría radiológica y tomográfica.
El patrón oro es la TAC(gold estándar)
Los parámetros de control en todo drenaje de tórax son: el volumen
drenado, el aspecto del líquido y la bacteriología seriada del mismo.
Hay que tener en cuenta que los fibrinolíticos son irritantes de la
pleura; por lo tanto es de esperar un franco aumento en la cantidad del
drenaje.
No podemos dejar de mencionar la diferencia de costos al optar por los
fibrinolíticos frente a la cirugía. El costo de un frasco de
estreptokinasa de 750.000 U es de U$S 130 y un día de internación en CTI
con ARM es aproximadamente U$S 1.000 a 1.500.
Uno de los factores a tener en cuenta cuando se opta por una terapéutica,
es tratar de acortar al máximo el tiempo de internación. En general, el
tiempo de internación de estos pacientes con neumonías graves no está
definido por lo pleural sino por lo parenquimatoso por lo que no sería en
este caso en particular, un elemento a tener en cuenta.
El segundo punto de
discusión son los antibióticos empleados.
Si bien no es lo que centra la discusión de esta historia, no podemos
dejar de hacer referencia a los mismos.
El tratamiento antibiótico es pilar fundamental en el tratamiento de la
neumonía y del empiema.
Por lo tanto, debe ser indicado de acuerdo al germen aislado o en forma
empírica de acuerdo a los gérmenes etiológicos más frecuentemente
hallados en el medio(ya sea comunitario o nosocomial)(4).
Los más frecuentes son: Streptococcus pneumoniae, Staphilococcus aureus,
bacilos Gram. negativos como Klebsiella, Proteus, Hemophilus y anaerobios
sobretodo de la flora bucofaríngea.
En este paciente, que tenía una neumopatía comunitaria, el primer germen
a plantear, por frecuencia, sería el Streptococcus neumoniae que es
sensible a la Penicilina cristalina.
Pero, como además tenía factores de comorbilidad, lo indicado es una
cefalosporina de tercera generación asociado a claritromicina para cubrir
gérmenes atípicos(como Micoplasma o Legionella).Este plan se le indicó
en segunda instancia al ingreso.
Sabemos que la Cefradina no es el antibiótico de elección en la
neumopatía comunitaria.
De todos modos no creemos haya tenido incidencia en la evolución tórpida
de este paciente ya que recibió una sola dosis.
Sí creemos que habría tenido incidencia el haber realizado hemocultivos
y cultivo de expectoración previos a los antibióticos ya que, de
aislarse un germen, es el responsable de la infección.
En el caso del Streptcocco neumonía, un número significativo de
hemocultivos es positivo.
El cultivo del líquido pleural es probable que no desarrollara gérmenes
porque llevaba más de 72 horas de antibióticos; esto es así en la
mayoría de las series revisadas ya que en general cuando se hace
diagnóstico de empiema el paciente lleva varios días de tratamiento con
antibióticos.
Es llamativo el importante número de cultivos sin desarrollo en nuestro
medio(más de 40-60%)en comparación con otros centros que sí cultivan el
germen.
Es probable que esto suceda porque no se usan medios adecuados(por Ej.
Medios enriquecidos) o por recolección inadecuada de la muestra.(4)
Es de destacar que en este caso en particular, donde al inicio del cuadro
no se aisló ningún germen, se usaron múltiples antibióticos(incluso
recibió Doxicilina por 3 días).
Esto lo consideramos inadecuado ya que, como es sabido, lleva a una
selección de la flora del paciente con la posibilidad de infección por
gérmenes oportunistas o intrahospitalarios multirresistentes.
Por lo tanto, consideramos acertada la indicación de los dos
antibióticos del ingreso y luego se debió adecuar el tratamiento
considerando fundamentalmente el importante componente parenquimatoso que
mantenía la infección.
El otro punto que debemos
considerar es la necesidad de indicación precoz de apoyo nutricional.
De este modo se puede evitar el "derrumbe"nutricional en un
paciente con severo proceso infeccioso donde el síndrome funcional
respiratorio le impide ingerir alimentos. Por la insuficiencia
respiratoria, estaba en ARM con BiPAP siendo prácticamente imposible
suspender la misma para alimentarse.
Es sabido que un paciente con buen estado nutricional tiene más chance de
autolimitar la infección; por el contrario la hipoalbuminemia es uno de
los criterios a tener en cuenta cuando se valora el pronóstico vital del
paciente.
Además, de no ser efectivo el tratamiento con fibrinolíticos, el
paciente debe ser sometido a cirugía con anestesia general para drenaje
del derrame, debridamiento y decorticación para lograr buena reexpansión
pulmonar.
Por lo tanto, no hay dudas de que este paciente debía recibir apoyo
nutricional.
El más efectivo y seguro es la vía digestiva ya sea vía oral con
suplementos proteicos, por sonda nasogástrica (SNG) o por alimentación
enteral.
En este paciente con insuficiencia respiratoria secundaria a un proceso
infeccioso, sería riesgoso la colocación de SNG ya que favorece el
reflujo gastroesofágico y la posibilidad de aspiración de contenido
gástrico.
La colocación de un tubo gástrico o yeyunal es una medida agresiva que
generalmente requiere anestesia general y es potencialmente otra
posibilidad de infección, por lo cual no sería la adecuada. Por todo
ello, planteamos que se habría beneficiado de alimentación parenteral
precoz. Este método no está exento de riesgos, pero con los cuidados de
asepsia adecuados y la tecnología actual de preparación de una bolsa
única y adaptada con exactitud a los requerimientos específicos de cada
paciente, es poco probable que aparezcan complicaciones.
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